Está dedicado a todos esos sueños que este año partieron y van a lograr llegar tan lejos como las estrellas. a todos los sueños que están en "stand by", fuerzas que el poder de tu sueño tiene que encontrar el momento indicado (cuando estés list@) para salir y brillar con intensidad; y para todos los sueños que se apagaron, que en el firmamento no se ven... pero cuando cerramos los ojos, ahí adentro siguen brillando.
Faltan 2 días para que se termine este año, un año que ha sido uno de los más radicales en toda mi vida. He vivido y sentido cada uno de los días que lo conformaron, lloré, reí, canté, grité, soñé de una manera tan consciente que siempre va a quedar marcada en mi piel (es lo hermoso de las cicatrices, que te recuerdan día a día lo fuerte que eres).
En efecto no fue el mejor año, ha sido uno de los peores, fueron 10 meses y 29 días de frustraciones, enojos, rencor, desamor, tristeza, etc. que me hicieron crecer, madurar y asimilar que la vida no es vida si no te aferras y confías plenamente/ciegamente/con todas tus furezas en Dios; pero... (siempre existen los peros), algunos detalles maravillosos hicieron que todo eso malo se opacara y... fuera un "pretty good year".
Entre esas cosas: mi familia "fit" (que no es perfecta, pero está a la medida de mí, que es lo importante), mis amig@s geniales (este año confirmé que Dios me ha bendecido con amig@s únic@s/especiales), metas alcanzadas, retos iniciados, heridas hechas y sanando.
Por un momento me siento menos egoísta y pienso que a lo mejor es verdad todo lo que la gente dice y sumado a algo que leí por ahí este día... "Las cosas no serán exactamente como quieres, pero eso no significa que no puedas ser feliz y disfrutar de tu vida"; en fin; lección aprendida.
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