01 diciembre 2010

madera



Cuando en situaciones en las que ni te imaginas, Dios te habla al oído para decirte lo que esperas. Tal vez me falta un poco de paciencia en mi camino, siempre me ha gustado correr y sentir como el viento y (a veces) el polvo choca con mi cara... sentir que poco a poco mi corazón va aumentando su frecuencia y mi respiración se intensifica... hasta llegar a la fatiga. Sinceramente me encanta.

A veces no es necesario correr... sino, esperar a que las cosas lleguen a uno; ahora entiendo que no es cuando yo quiero/creo/espero/deseo sino cuando corresponde. Hoy en una entrevista me dijeron: ... que debía seguir luchando por mi sueño, que se me nota que tengo madera para eso...

Como me dijo hace un par de minutos una amiga: ... un pescador reconoce a otro pescador desde la orilla... 

Enhorabuena... aquí está este pescador (impaciente/amargado/frustrado/) preparándose para pelear y esperar resultados para realizar sus sueños.

No hay comentarios: