Es difícil mantenerla y muy fácil cambiarla por un puchero, o por tus labios moviéndose al ritmo de palabras groseras. Es menos complicado perderla por una mueca de tristeza adornada con lágrimas que corren a sus lados. Pero siempre tiene que quedarse donde esta, porque es su lugar ideal; una sonrisa es el complemento de tu mirada, que cuando están en sintonía, es una forma de abrirte a los demás y establecer empatía.
Es muy difícil, lo se, lo vivo a diario, pero hagamos el intento, a ver que resulta... :), y verán que en algo cambia tu día.
1 comentario:
Una sonrisa lo puede todo, Daniel. Para mí, es reflejo de nuestra energía interior. f. MC
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