después de la tormenta, viene la calma... y dentro de la calma hay momentos un tanto más movidos que otros; quien diría que el tiempo pasa tan rápido, hace un año yo era una "lamentación" completa, hoy me siento satisfecho y feliz de el rumbo que ha tomado mi vida; y me siento enormemente agradecido por las bendiciones que he recibido en estos primeros 3 meses de este 2011.
lo único que me queda decir es que... siempre que se confía en Dios y se tiene mucha fe, aunque caigamos en la desesperación; siempre nos tiene muchas puertas cerradas, pero hay ventanas abiertas, donde nos tiende la mano y nos hace avanzar; no hay que perder la fe nunca, y es más, cuando estamos en el momento más crudo y desesperante, ser humildes, cerrar los ojos y entregar todo a quien sí puede con todo... Jesús.
enhorabuena! hay mucho que agradecer... siempre.
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