Me siento feliz de lo que rodea estos metros de piel, me siento feliz de lo que habita dentro de esta caja hecha de músculos y hueso, circulada por sangre, limpiada por aire, llena de agua, movida por espíritu y alma. Estas cuatro paredes con nombre y apellido, con sueños, éxitos, fracasos, virtudes, defectos y de más.
Estoy feliz, de ser quien soy, y de la forma como soy, y se que no es necesario que lo escriba, pero lo es para mi, porque nunca más, espero, sentirme tan vulnerable como lo estaba. Amo mi vida, no es perfecta, pero "hacemos lo que podemos"; lloro las derrotas, pero aprendo a levantarme y subir la mirada, y seguir caminando.
Y eso es lo que hago ahora, después de este "destierro", levantarme, volverme a vestir, y continuar.